La enfermedad de Parkinson se caracteriza por una pérdida progresiva del control muscular que conduce a bradicinesia (movimiento lento), rigidez, temblor en reposo e inestabilidad postural. A medida que los síntomas empeoran, puede ser difícil caminar, hablar y realizar tareas sencillas. Los síntomas no motores pueden incluir; ansiedad, depresión, psicosis y demencia 1 y 2. La principal característica patológica de la enfermedad de Parkinson es la pérdida significativa de neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra pars compacta.